Cuatro días llevo pensando en el pasado concierto de AC/DC del Vicente Calderón sin poder añadir una reseña, no sólo por falta de tiempo sino también de inspiración.
¿Cómo describir con palabras algo que es pura energía y emoción? Se puede resumir con unos versos de la propia banda:
I was shaking at the knees
Could I come again please?
I've been THUNDERSTRUCK.
Porque es para correrse de gusto
(excuse my french), y porque atónito, pasmado y estupefacto es como se queda uno ante un acontecimiento como este, aunque fuera ya mi 4º concierto de
AC/DC.
Atrás quedan los
disgustos y
dificultades para conseguir las tan preciadas
entradas. Desde el mismo inicio del concierto,
AC/DC irrumpen en el escenario como una locomotora (literalmente), desplegando un show inigualable en el yermo panorama del rock de hoy en día (con la posible excepción de los Rolling).
El concierto sigue la 'filosofía
AC/DC' que aplican en todos sus trabajos: sin grandes sorpresas pero sin defraudar a nadie, entregados al máximo, por y para los fans.
Arrancaron como no podía ser de otra forma con
Rock 'n Roll Train, para continuear alternando los grandes éxitos de siempre con algunos temas, hasta seis, de Black Ice.
Me esperaba una cantidad algo menor de canciones nuevas, lo que provocó que quedaran fuera de la lista algunos clásicos como
High Voltage,
Jailbreak o
Sin City. Me alegró sin embargo comprobar que mi olfato para las buenas canciones no me falla ya que las elegidas del nuevo disco fueron las que ya me parecieron más destacables en una
primera escucha.
Mención especial para
Dog eat dog, una de mis favoritas y que me gusta más cuanto más la oigo, y una recta final maratoniana con el inolvidable solo de
Angus y sus mágicas manos (protagonistas absolutas en las pantallas gigantes) en
Let There Be Rock y los cañonazos de
For Those About to Rock.
La puesta en escena es como siempre espectacular, con una pantalla gigante en el escenario con la mejor calidad de imagen que jamás he visto, acompañando cada canción con vídeos o parafernalia ad hoc, como los cañones, la campana de Hells Bells y uno de los momentos estelares de la noche: la oronda Rosie cabalgando sobre la locomotora del Rock:
El setlist completo para el recuerdo es:
Rock N’ Roll Train
Hell Ain’t a Bad Place to Be
Back in Black
Big Jack
Dirty Deeds Done Dirt Cheap
Shot Down in Flames
Thunderstruck
Black Ice
The Jack
Hells Bells
Shoot to Thrill
War Machine
Dog Eat Dog
Anything Goes
You Shook Me All Night Long
T.N.T.
Whole Lotta Rosie
Let There Be Rock
Highway to Hell
For Those About to Rock
Ya sólo podemos contar los días para un nuevo disco y la consiguiente gira, o por qué no soñar, que decidan repetir en Madrid una vez más...